29/5/2012

Investigación sobre Biosensores para medir la calidad del vino

 

El grupo de investigación Electroanálisis de la Universidad de Burgos participa en el proyecto Seribio, una iniciativa que tiene como objetivo generar biosensores electroquímicos para medir parámetros de interés en los vinos. Estos biosensores son desechables y están basados en tecnología de serigrafiado. El consorcio que desarrolla el proyecto ha recibido 1'6 millones de euros y está integrado por las empresas Biolan Microbiosensores y Capher Idi y la Universidad de Zaragoza, además de la institución académica burgalesa, que se ocupa específicamente de crear los  dispositivos.
“Para medir ciertos parámetros del vino existen técnicas como la cromatografía que requieren una instrumentación muy compleja” comenta Julia Arcos, que lidera el grupo de investigación burgalés, “por eso, este proyecto se propone desarrollar un sistema mucho más sencillo para que el propio bodeguero pueda realizar las mediciones”.
Este dispositivo consta de una tinta conductora serigrafiada sobre un soporte de plástico de unos pocos centímetros donde la presencia de determinadas enzimas permite conocer las cantidades concretas de cada sustancia. “Se provocan reacciones de oxidación que se detectan al provocar una pequeña corriente eléctrica”, comenta la investigadora. Concretamente se trata de medir la presencia de unos compuestos químicos orgánicos denominados aminas biógenas, así como de los ácidos málico y glucónico, que resultan muy importantes para determinar la calidad de los vinos. Para realizar las pruebas de esta investigación se han empleado vinos locales y procedentes de Chile.
Hay una serie de valores que los bodegueros han de controlar para estar seguros de que la calidad del vino es la adecuada. Se trata de medir parámetros de control en la fermentación que pueden determinar las cualidades organolépticas del producto final. Además también pueden revelar la presencia de elementos tóxicos a través de una prueba que con este sistema se simplifica al máximo.
Los biosensores se aplican cada vez más en campos muy variados, como el sanitario o el medioambiental, pero su desarrollo orientado hacia la agricultura aún no está muy avanzado.
Fuente: SINC