La petición del presidente de la Asociación para el Desarrollo del Turismo y la Cultura (ACTE), Santiago Vivanco, de que la Cultura del Vino sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, va ganando cada vez más voces a favor de su petición. Esta sería la primera vez que se reconozca la cultura del vino de forma genérica e inmaterial, pues hasta ahora la Unesco sólo ha declarado patrimonio de la Humanidad zonas vinícolas concretas de Burdeos y Borgoña, en Francia, o Los Arribes del Duero, en España, por su riqueza paisajística.
Sobre esta pretensión, Europa parece estar dividida. Gran parte de los países del centro y sur europeo (Francia, Italia, Portugal, España, etcétera) pugnan para que la candidatura se abra paso frente a los de norte, como Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Lituania, Letonia o Estonia, además de la oposición de numerosos países musulmanes.
Santiago Vivanco, también director de la Fundación Dinastía Vivanco y del Museo de la Cultura del Vino Dinastía Vivanco de Briones (La Rioja), ha viajado a Chile y Argentina para solicitar esos apoyos por parte de responsables de la vitivinicultura de ambos países a la iniciativa emprendida por la ACTE ante la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), habiendo obtenido el compromiso de los representantes de dichos países para unirse a la petición.
En Mendoza (Argentina), se ha reunido con la presidenta de la Organización Internacional del Vino (OIV), Claudia Quini, quien se ha comprometido a colaborar en este proyecto universal que fomenta la ACTE. El presidente de la AEC desde abril de 2012, y renovado en el cargo hasta abril de 2016, desea que esa candidatura de la Cultura del Vino sea "un nexo de unión entre países de dentro y fuera de Europa, un legado que sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO".
En favor de la declaración, el Congreso de los Diputados aprobó el pasado 28 de noviembre, por unanimidad, una declaración por la que la Cultura del Vino debe formar parte del Patrimonio de la Humanidad. Para el presidente de la ACTE, "se trata de un bien inmaterial que nos une e identifica, más allá de los límites geográficos".
La asociación presidida por Santiago Vivanco se creó al amparo de la Comisión Europea, desarrolla la cultura del vino como elemento generador de riqueza y turismo para las regiones y su acción no se limita a los países de la Unión Europea (UE), sino que se extiende a otros europeos no adscritos al espacio comunitario y, desde abril último, a otras naciones de fuera de Europa.
Hace pocos días, también un grupo de eurodiputados españoles y de otros países miembros de la Unión Europea, ha promovido una declaración escrita para que el Parlamento Europeo apoye el reconocimiento de la cultura del vino como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad ante la UNESCO.

Los eurodiputados destacan la contribución del vino a la “fundación de las primeras civilizaciones” y su papel de señal de identidad, “un elemento importante en nuestras prácticas tanto religiosas como culturales”.
La eurodiputada riojana Esther Herranz señala que además de “ser un rasgo característico de ciertas regiones y de importancia capital para el turismo”, recordando que en ciertas pendientes escarpadas, el cultivo de la vid es el único tipo de cultivo agrícola posible, y que “la producción de vino se desarrolló junto con la expansión del Imperio Romano, y algunas de las regiones principales de esta producción surgieron durante ese período”.
También destaca que el vino ha sido durante siglos “parte de la dieta y la cultura de la humanidad”, y que se le ha considerado un alimento cuyo consumo responsable es compatible con un estilo de vida saludable.
Desde este modesto sitio, por razones históricas, culturales, sociológicas, religiosas, etcétera, nos unimos a la petición en pro de que la cultura del vino sea declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Así sea. 
Fuente: ABC, Agencia EFE, Efe Agro……..