23 de Mayo 2013
Viña Ijalba: donde el vino y el suelo se funden
Primera parte
Una forma ecológica y sostenible de recuperar los suelos procedentes de las canteras de gravas es su reconversión en terrenos aptos para el cultivo. Y así, en La Rioja, cerca de Logroño, su capital, ¿hay algo más idóneo que plantar un viñedo?
En 1975, con la fundación de Bodegas Viña Ijalba, comenzó la aventura empresarial vitivinícola del emprendedor don Dionisio Ruiz Ijalba, iniciando la plantación del viñedo en las cercanías del mismo Logroño, concretamente en el municipio de Villamediana de Iregua. En la actualidad, Viña Ijalba posee ochenta hectáreas de viñedo propio ubicadas en los municipios de San Vicente de la Sonsierra, Valle del Najerilla y en varios términos municipales cercanos a Logroño.
La actividad principal de don Dionisio, conocido industrial de La Rioja, consistía en la extracción y comercialización de gravas y aglomerados. Como consecuencia de la minería a cielo abierto que practicaba para extracción de esas gravas, quedaban a su paso unos terrenos pobres, con poca profundidad de suelo agrícolamente útil, poco fértiles y con abundantes piedras. En estos terrenos inservibles para cualquier cultivo, es donde Don Dionisio plantaba sus viñedos.
A pesar de la adversidad de uno de los factores esenciales que más influyen en la elaboración del vino, el suelo, don Dionisio Ruiz Ijalba no se arredró. Se puso manos a la obra nivelando las antiguas explotaciones mineras, las cubrió con un manto de 50 centímetros de espesor de tierra caliza y cantos, muy pobre en materia orgánica. De esta forma creó unos terrenos adecuados para conseguir bajos rendimientos de forma natural, en unas óptimas condiciones para producir uvas de vinificación de la mejor calidad.
Al analizar la viticultura de calidad en La Rioja, parece que ésta se ha localizado siempre en terrenos marginales, es decir, en suelos sobre los que era muy complicado plantar ningún otro cultivo. Hablamos de terrenos en laderas, de poca profundidad de suelo y poco fértiles, donde las cepas daban una producción pequeña pero, eso sí, de gran calidad. Es evidente que los viñedos de Bodegas Viña Ijalba están situados en unos terrenos totalmente similares a los de la tradicional viticultura de calidad de La Rioja, que desgraciadamente por razones económicas y de mecanización se han ido abandonando.
Todo el viñedo está plantado sobre minas a cielo abierto abandonadas (graveras) que se han recuperado desde el punto de vista medioambiental. Al desierto de piedras donde difícilmente crecerían incluso las denominadas en agricultura "malas hierbas" por competir con los cultivos, se le añadieron de 50 a 60 cm de suelos pobres fruto de la tierra de capaceo y de desmontes de caminos y carreteras.