28 de Noviembre 2013

Fotografiar las uvas permitirá conocer su madurez

Investigadores de la Universidad de Sevilla han desarrollado una técnica para estimar la composición y variedad de las uvas mediante la visión de sus imágenes por ordenador, además de proponer un índice para conocer el grado de madurez de las semillas sin realizar análisis químicos. El nuevo método puede ayudar a decidir el momento de la vendimia.
A través del análisis químico, procedimiento habitual para conocer el grado de azúcar de las uvas,y con un trabajo a menudo largo y tedioso pueden saber los viticultores cuando hay que empezar a vendimiar. Ahora, sin embargo, científicos de la Universidad de Sevilla (US) proponen una técnica alternativa: fotografiar las uvas y analizar las imágenes.
El método consiste en introducir estos frutos o sus semillas en una cabina de iluminación controlada. Después, mediante visión por ordenador se identifican sus colores exactos de acuerdo a los estándares de la Comisión Internacional de Iluminación, además de sus características morfológicas como la longitud, la anchura y la esfericidad. Por último, con una aplicación desarrollada por los propios investigadores se puede reconocer la variedad de las muestras al compararlas con una base de imágenes preestablecida.
El estudio, que ha publicado la revista Computers and Electronics in Agriculture, se ha validado con éxito en viñas con la DO Condado de Huelva. El mecanismo puede diferenciar si una uva es de la variedad Tempranillo, Syrah o la autóctona Zalema.Además, se ha creado un denominado “índice de pardeamiento”para las semillas. Se trata de un parámetro  que indica el grado de maduración independientemente de la variedad y el año de la cosecha. Y todo ello, sólo con los datos facilitados por las imágenes. Con esta técnica se facilita un control de calidad rápido y automatizado, además de un seguimiento objetivo del proceso de maduración.
Los investigadores han confirmado que existe una relación directa entre el aspecto y color de los granos con su contenido en fenoles, unos compuestos que determinan el grado de madurez de la uva. Conocer esta relación “resulta de utilidad como método estimativo rápido y objetivo para decidir el momento óptimo de la vendimia y, por tanto, la calidad del vino, sin necesidad de análisis químicos o sensoriales”.
Los expertos vitivinícolas se suelen fijar en la denominada “maduración tecnológica” –centrada en los azúcares del jugo– para saber cuándo recoger las uvas, pero los autores subrayan que no hay que olvidar el grado de maduración de la semillas, que también influyen en la calidad de los vinos.
Los investigadores explican que en climas cálidos, como el del sur de España, la maduración tecnológica se desarrolla muy rápidamente y no da tiempo a que las semillas –resguardadas en el interior– lo hagan a la misma velocidad. De todas formas, reconocen la necesidad de seguir investigando para“poder predecir el tipo de vino que saldrá de unas uvas con las características que muestre su retrato digital”.
Fuente: SINC

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