14 de Octubre 2013
Portugal: el paraíso de las variedades de uva
Cuarta parte
Las zonas vitivinícolas
Portugal fue el primer país del mundo que delimitó una zona vitícola determinada (Duero en 1756) y clasificó sus viñedos (de 1907 a 1911). A su vez, y al tiempo que Francia, introdujo un sistema de denominaciones de origen para seis zonas de cultivo de vino de calidad. Pero también, y de forma paradójica, es el país europeo que mayor tradición de vinos anónimos tiene, de los que tan sólo puede atestiguarse su origen portugués de forma genérica. Éste fue durante bastante tiempo el caso de la marca de vino con mayor éxito del mundo: el Mateus Rosé, así como también de famosos vinos de calidad embotellados (Barca Velha cuyo origen del Duero se indica en la etiqueta desde hace muy poco tiempo).
La estructura de la organización económica vitivinícola portuguesa ha experimentado desde 1979, año en el que la región de Bairrada fue demarcada, una evolución bastante irregular. Las regiones vitivinícolas portuguesas son las siguientes: Rios do Minho, Tras os Montes, Beiras, Estremadura, Ribatejo, Tierras do Sado, Alentejo y Algarve. Una muestra de la irregularidad antes citada es lo sucedido en Alentejo, región donde cada zona tenía su propia denominación, que primero era IPR-Vinos de Calidad (Indicaçao de Proveniencia Regulamentada) y más tarde se convirtió en DOC (Denominaçao de Origem Controlada). Ahora, las ocho zonas que la componen han sido transformadas en regiones y el vino regional de todas ellas se conoce bajo una única denominación: DOC Alentejo.
La misma situación de Alentejo ocurrió en el año 2000 con Ribatejo. Las seis zonas en las que fue dividida anteriormente comercializan actualmente sus productos bajo una única denominación: DOC Ribatejo. Otras regiones tradicionales como Oporto (1756) y Vinho Verde (1908), continúan siendo líderes en cuanto al volumen de producción de vinos de calidad. Inmediatamente, por detrás, se encuentra la DOC Dáo (1907) que ocupa la tercera posición en la exportación de vinos de Portugal.
La denominación de vino regional, que se emplea en otros lugares para calificar de forma general vinos sencillos, cumple en Portugal una función importante. En primer lugar, algunos de estos vinos se elaboran en propiedades cuyos terroirs nunca se destinaron sólo a la viticultura. En otras zonas, el vino regional sustituye la vieja práctica de sacar al mercado una gran parte de los vinos, incluso de sus mejores marcas, sin indicar su origen geográfico con la finalidad de destacar el nombre del productor como única garantía de calidad, extremo que favorece a ciertas bodegas y, posiblemente, a los consumidores, pero va en claro detrimento del desarrollo de las regiones vinícolas.
En segundo lugar, otra característica de la denominación de vino regional, es que una marca comprende varias regiones vecinas. De esta forma, si una cosecha en una región no es buena, se recurre a la cosecha de la región más próxima. En tercer lugar, la denominación de vino regional es también muy práctica para clasificar vinos elaborados con variedades que no responden a los requisitos de una DOC. Y, finalmente, y en cuarto lugar, la denominación de vino regional es usada por algunas cooperativas y explotaciones vitícolas para calificar vinos de segunda o tercera categoría y diferenciarlos así de sus mejores vinos DOC.
Sin embargo, en ocasiones ocurre lo contrario de lo expuesto anteriormente: reservan la calificación de vino regional para una primera calidad y la calificación DOC para los vinos más sencillos. En definitiva, podemos concluir que Portugal no cuenta con una clasificación estricta y rigurosa de los vinos regionales como en la mayor parte de los países productores vinícolas europeos, extremo que, en modo alguno, significa una merma en la calidad (en muchos casos excepcional) de muchos de sus vinos.