MAYO 2017
Pilares estratégicos de la OIV para 2015-2019
24 Mayo 2017
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) es un organismo intergubernamental de carácter científico y técnico de reconocida competencia en el ámbito internacional sobre la vid, el vino, las bebidas a base de vino, las uvas de mesa, las uvas de pasas y los demás productos derivados de la vid. La OIV tiene, entre sus funciones, la de contribuir al conocimiento del patrimonio vitivinícola mundial, así como de los elementos históricos, culturales, humanos, sociales y medioambientales vinculados al mismo, puesto que la cultura de una zona o región vitícola conforma su identidad especificidad y diferenciación, contribuyendo a poner en valor la imagen y los recursos de la misma.
La OIV se encuentra en una posición preeminente para ofrecer a los países productores y consumidores de vino los datos necesarios para regular disposiciones y normas vitivinícolas que minimicen los obstáculos al comercio mundial, favorezcan su globalización y promuevan una producción sostenible y de protección a los consumidores en relación con el cultivo de la vid y sus productos derivados en los aspectos comerciales, económicos, medioambientales y sociales. Partiendo de estas premisas y teniendo en cuenta sus objetivos, la OIV elabora planes periódicos en los que se contienen las preocupaciones, recomendaciones y estrategias que preocupan al sector vitivinícola y a todos sus operadores a nivel mundial.
El último Plan aprobado, de carácter quinquenal, para el período 2015 a 2019, ambos inclusive, es un plan organizativo estructurado en base a cinco grandes áreas o pilares estratégicos que son los siguientes:
1.- Fomento de una viticultura sostenible. Partiendo de una viticultura convencional la OIV propicia, recomienda y favorece una viticultura sostenible que reaccionando ante el cambio climático, caracterice y evalúe el conjunto de reglas generales y métodos de producción, analizando su eficacia en cuanto a costes y beneficios económicos y asegurándose de proteger y optimizar el uso de los recursos naturales y la sostenibilidad de los terroirs vitícolas.
2.- Fijación de especificaciones y normas de autenticidad de los productos vitivinícolas. La OIV promueve buenas prácticas reglamentarias, elaborando recomendaciones sobre prácticas enológicas y métodos de análisis.
3.- Aprender de las evoluciones del mercado y la dinámica de la cadena de valores. En el contexto de crecimiento y globalización de los intercambios internacionales en el sector vitivinícola, la OIV desarrolla intercambio de datos y de análisis estadístico, facilitando e identificando tendencias en el mercado a través de la cadena de valor, incrementando la colaboración con la FAO, la OMS y otras organizaciones internacionales.
4.- Participar en la seguridad del consumidor y tener en cuenta sus necesidades. La OIV participa en la seguridad sanitaria de los productos vitivinícolas, evaluando tecnologías innovadoras y aspectos tecnológicos y nutricionales vinculados al consumo de estos productos y sus factores socioculturales, así como garantizando buenas prácticas en materia de trazabilidad alimentaria y etiquetado.
5.- Refuerzo de la cooperación internacional y el liderazgo de la OIV. La Organización favorecerá la cooperación internacional y la participación en sus trabajos de todos los Estados miembros y de sus Observadores, promoviendo la producción científica y mejorando la difusión de los métodos validados de la OIV de análisis y control de productos vitivinícolas.