NOVIEMBRE 2017
Vinos de la DOP Almansa: singularidad, diversidad y calidad
15 Noviembre 2017
La revista “Mi Vino”, volvió a celebrar el martes 14 de noviembre, con las asistencia de más de 600 personas, el II Salón de Vinos de la DOP Almansa en el hotel Las Letras de Madrid, en el que participaron once de las doce bodegas que forman parte de la misma. La generosa y completa muestra de vinos de gran calidad presentados es un hecho notorio que no pasó desapercibido incluso al público menos especializado y más generalista, merced a la posibilidad de catar vinos tintos jóvenes y roble, crianzas, y reservas monovarietales de Garnacha Tintorera y Monastrell, como ensamblajes con Tempranillo, Syrah, Merlot, Petit Verdot, así como blancos jóvenes y fermentados en barrica y semidulces y dulces.
Un amplio elenco que ha venido a demostrar, en este II Salón, la especificidad de sus suelos y condiciones climáticas, la calidad y antigüedad de muchos de sus viñedos, conducidos en vaso, con más de 70 años– algunos plantados en pie franco- y la sorprendente riqueza sobre la diversidad de variedades y formato de elaboraciones.
El cultivo de la vid está documentado en la zona vitivinícola de Almansa de forma ininterrumpida desde el siglo XVI. La DOP Almansa se fundó en el año 1966 con un número muy superior de bodegas al actual que son doce. Esta zona vitivinícola de Castilla-La Mancha se sitúa al sureste de la misma, en la provincia de Albacete, y en su parte más meridional, lindando con las provincias de Murcia, Alicante y Valencia, situándose la zona en un altiplano que hace frontera a través del denominado corredor de Almansa, por el Este, con la provincia de Valencia, que ha marcado durante siglos la transición desde las tierras de Valencia hacia Castilla.
La totalidad de la zona geográfica que comprende las parcelas y subparcelas de la DOP, se ubican en ocho municipios comprendidos en la provincia de Albacete: Almansa, Alpera, Bonete, Corral Rubio, Higueruela, Hoya Gonzalo, Pétrola y Chinchilla, con 750 viticultores asociados, una producción media de 2’7 millones de botellas anuales y exportación a más de una veintena de países. Sus bodegas se caracterizan por la complementación entre las bodegas de largas trayectorias familiares desde hace más de un siglo y los actuales sistemas de economía social a través de cooperativas. La superficie cultivable de viñedo es de 7.118 Ha, y todos los municipios citados presentan semejanzas respecto a sus condiciones climáticas y edafológicas.
Su clima es continental extremo, aunque algo menos que el de La Mancha, con precipitaciones inferiores a los 250 mm anuales. Sus suelos son permeables, calizos y pobres en materia orgánica, alternando suelos con muy poco sustrato y pedregosos, con otros más arenosos y profundos, con una altitud comprendida entre los 700 y algo más de 1.000 msnm, circunstancia que caracteriza y marca la impronta de sus vinos. En buena medida debido a sus condiciones climatológicas y a la escasa fertilidad de sus suelos, estos vinos presentan una gran concentración de color, con una capa media-alta, buena carga de taninos y riqueza aromática.
Los vinos podrán ser secos, semisecos, semidulces y dulces, dependiendo del contenido de azucares residuales en el producto final, clasificándose según su color y tiempo de maduración en las categorías siguientes: vino joven blanco y rosado; vino blanco fermentado en barrica y blanco de crianza; vino tinto joven y tinto roble; vino tinto crianza, reserva y gran reserva, pudiendo ampararse los vinos producidos en la DOP Almansa en los términos tradicionales siguientes: Crianza, Reserva, Gran Reserva, Añejo, Noble, Superior, Viejo y Rancio. También se producen vinos espumosos de calidad conforme al Reglamento CE 606/2009 de la Unión, que resultan amplios y equilibrados, con una burbuja fina y persistente.
Respecto a las variedades de uvas tintas utilizadas en la DOP destaca la singular, única y especial de la zona Garnacha Tintorera, siendo esta variedad la segunda singularidad de la DOP, con su pulpa coloreada al igual que su hollejo debido a su elevado nivel de polifenoles, gran concentración de color, muy buena acidez y estructura, utilizada en épocas anteriores como complemento de refuerzo para otros vinos; la Monastrell, Tempranillo, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Petit Verdot y Pinot Noir. Las variedades blancas de la DOP son la Moscatel de Grano Menudo, con alto contenido en azucares y alcohol que resulta ideal para elaborar vinos dulces; la aromática Verdejo y las varietales de origen francés Chardonnay y Sauvignon Blanc.
Los rendimientos máximos por hectárea son los siguientes: a) vinos procedentes de viñas con conducción en vaso: blanco 7.860 kg/ha y 55 hl/ha; tinto 6.430 kg/ha y 45 hl/ha. b) vinos procedentes de viñas con conducción en espaldera: blanco 11.430 kg/ha y80hl/ha; tinto 10.000 kg/ha y 70hl/ha. Para hacer uso en la mención de una determinada y única variedad de vid, será necesario que al menos el 86 % de la uva corresponda a dicha variedad.
En resumen, tiene el conjunto de la DOP Almansa unos vinos de una gran calidad y especificidad que se realza por el pequeño número de municipios y bodegas, junto a una amplia y diversa tipología de vinos que, además de no resultar fácil de encontrar en muchos eventos de esta naturaleza, deleita sin ninguna duda todos y cada uno de los paladares, desde los más sencillos y menos exigentes hasta los más exigentes y sibaritas.