ABRIL 2018
La vid y el vino en la Ribeira Sacra: una historia multisecular - Tercera parte
4 Abril 2018
En la Ribeira Sacra es la propia vivienda la que realiza las funciones de bodega, cuadra, corral y granero, debido, por una parte, a la escasez de terreno llano disponible y, por otra, a la acumulación de tareas y funciones realizadas en la misma. A destacar, la construcción de bodegas de guardia en las propias vides, siendo construcciones de mampostería y piedra en seco, recogida en el mismo sitio y cimentada directamente sobre los socalcos. En algunos casos, los menos, existen agrupaciones de estos conjuntos de bodegas o grandes bodegas retiradas de las pendientes, a mitad de camino de los núcleos de los valles altos que consiguen una mayor dimensión o, en sus caso, construcciones de tipo cueva, con una fachada y una cubierta que se extienden a la entrada de un espacio excavado en la tierra.
En estas dependencias se sitúan los lagares como dependencias asociadas a la propia edificación principal, aunque también existen numerosas muestras de lagares rupestres localizados en las propias viñas.
Un caso paradigmático en cuanto a conjunto de bodegas es el de las bodegas de Vilachá, en A Pobra de Brollón (Lugo). Constituye un conjunto de arquitectura tradicional vinculado a la producción y conservación del vino del siglo XVIII pero su origen podría ser muy anterior y relacionado con las repoblaciones en la Alta Edad Media y ligados a algunos de los monasterios de la Ribeira Sacra. Su singularidad se encuentra en su disposición y en el número de instalaciones, hasta el punto de configurar prácticamente un barrio exclusivo de bodegas. Su estado de conservación es bueno, siendo restauradas en 1996 por la Xunta de Galicia y usadas en relación con el vino, la cata y la puesta en valor de la actividad por medio de labores de difusión, hostelería y aspectos lúdicos alrededor del mundo del vino.
Con esta historia de tradición vitivinícola milenaria, atestiguada a través de numerosos yacimientos arqueológicos, con la presencia de restos de ánforas griegas y romanas como tartesias de la Bética, con los numerosos lagares rupestres -bases de prensas para el pisado de la uva excavados en afloramientos de roca natural- se elaboran vinos de calidad con diferentes variedades autóctonas que dan lugar a vinos de verdadero interés y singularidad.
La DOP Ribeira Sacra es una zona de producción vitivinícola con una superficie plantada de 1.241 hectáreas de viñedo que comprende 20 municipios situados a lo largo de las riberas de los ríos Miño y Sil, en el sur de la provincia de Lugo y en el norte de la provincia de Orense respectivamente. Se constituyó en 1996 y se encuentra ubicada en Monforte de Lemos (Lugo), con cinco subzonas diferenciadas que unen su historia a la espiritualidad de la zona en la que, como se ha visto, se
encuentra una importante concentración monacal muy vinculada a los Caminos de Santiago.
La temperatura media anual es de 14ºC y su pluviometría de 900 mm en el valle del Miño y de 700 mm en el valle del Sil. En 2016 contaba con 2.438 viticultores, 89 bodegas y 3.635.300 litros de producción. En cuanto a los tipos de suelos, destacan en el valle del Miño, zona occidental, los suelos de origen granítico, con fracciones arenosas y de limos, frescos y bastante permeables, mientras que en el valle del Sil, zona oriental, hay una abundancia de arcillas.
La Ribeira Sacra está fundamentalmente orientada a la producción de vinos tintos de la variedad Mencía, elaborándose también vinos blancos jóvenes afrutados y muy aromáticos de la variedad Godello entre otras. Las variedades de uvas preferentes tintas son las siguientes: Mencía, Albarello, Merenzao, Sosusón, Caíño Tinto y Tempranillo; las autorizadas Garnacha Tintorera y Mouratón. Las variedades de uvas preferentes blancas son las siguientes: Godello, Loureira, Treixadura, Dona Branca, Albariño y Torrontés.
Por último, en cuanto a las características generales de los vinos tintos, los mencías como los más característicos de la zona, presentan un color rojo granate de capa media, siendo muy frescos, aromáticos y balsámicos en nariz; en boca resultan secos, afrutados y, sobre todo, de una marcada mineralidad. Los blancos son de color amarillo verdoso, con el carácter y potencial propios de la albariño y los godellos más frescos y afrutados que los de la vecina DOP Valdeorras.
En cuanto a los tipos de vinos se distinguen los siguientes: a) Ribeira Sacra Súmmum, son tintos elaborados como mínimo con un 85 % de variedades tintas preferente siendo la variedad mencía por lo menos un 60 % del total; sobre los blancos, serán los elaborados con las variedades blancas preferentes. b) Ribeira Sacra, con tintos elaborados como mínimo con un 70 % de las variedades tintas preferentes. c) Ribeira Sacra barrica, vinos tintos con al menos 6 meses en barricas de 500 litros como máximo; los blancos con al menos 3 meses en barricas de 600 litros como máximo.
La Ribeira Sacra conforma una vasta tradición cultural que sigue viva con un espléndido panorama y soberbio paisaje en cada palmo de terreno, con una forma de aprovechamiento y explotación sostenible de sus recursos, con sus transformaciones y con la identificación de sus habitantes en su trabajo para continuar haciendo posible la vida en ese territorio.