MAYO 2018
La localidad riojana de San Asensio sede de la iniciativa conjunta para recuperar barrios de bodegas históricas - Primera parte
23 Mayo 2018
Un viejo adagio africano dice que cuando uno va solo llega muy rápido, mientras que si va en grupo llega más tarde pero más lejos. Y ese sentimiento es lo que parecen haberentendido algunos pueblos de zonas vitícolas con barrios históricos de bodegas como los existentes en La Rioja, en Castilla y León (Burgos, Palencia, Valladolid…), en zonas de Galicia y de Aragón, etcétera, instituciones como el Aula Pedro Vivanco de la Universidad de La Riojay productores y elaboradores como Bodegas Lecea, ubicada en el Barrio de las Cuevas del municipio de la Rioja Alta de San Asensio.
Luis Alberto Lecea, tercera generación de Bodegas Lecea, ha ejercido de auténtico valedor y protagonista, en comunión con el apoyo económico y logístico de Dinastía Vivanco y el Aula Pedro Vivanco de la Universidad de La Rioja para impulsar la iniciativa conjunta de un Primer Encuentro de ámbito nacional de los Barrios Históricos de Bodegas celebrado en la localidad de San Asensio, durante los días 3 y 4 de mayo pasado.
El evento superó las expectativas más optimistas dando cabida a casi 148 profesionales de diferentes ámbitos con buena predisposición para poner en común experiencias y vivencias de los barrios históricos de bodegas en ponencias multidisciplinares impartidas por arquitectos, ingenieros agrónomos, consultores, prescriptores, profesores, periodistas, políticos, etcétera, presentándose casos y experiencias de puesta en valor y recuperación de conjuntos etnográficos de barrios de bodegas en Baltanás (Palencia), Moradillo de Roa, Fuentespina y Vadocondes (Burgos), Mucientes (Valladolid).
En estos barrios de bodegas históricas confluyen elementos dispares y diversos como sus orígenes, la historia, la economía, la arquitectura, el derecho, la propiedad, la estética, el turismo, la naturaleza de lo público y lo privado…, pero todo ello guiado por el hilo conductor común del vino respecto al que todos, ponentes y participantes, coincidieron en que este sea una primera iniciativa muy fructífera que tendrá, seguro, continuidad en el futuro con próximos encuentros.
Este patrimonio material e inmaterial, con evidente contenido de tradición histórica, social, cultural y económico, de las cuevas subterráneas, los barrios de bodegas, la tradición y utilización de las bodegas en cuevas como espacio de encuentro y reunión familiar y de amigos, además de su utilización propia como lugar para elaboración, crianza y guarda de vino, fue lenta pero inexorablemente decayendo y deteriorándose hasta el extremo de que muchas de las cuevas subterráneas con su singular paisaje en cerros y laderas de bodegas, zarceras y chimeneas se han derrumbado por ausencia de conservación y reparación durante años, conviniendo todos los asistentes, de una u otra forma, en que si no se detiene este proceso muchas de esas cuevas subterráneas acabarán anegadas de agua y podrían llegar a desaparecer para siempre.
Los políticos y representantes municipales coincidieron en señalar como una de las dificultades principales en la recuperación de los barrios históricos de bodegas, la de conocer la propiedad de las bodegas y localizar a sus propietarios. Al mismo tiempo, coincidieron en destacar la importancia de sumar y concienciar a los vecinos del valor emocional que el cuidado, la conservación y el buen estado de estos conjuntos tienen para el pueblo y las futuras generaciones. Estas circunstancias eran puestas de relieve por la alcaldesa de Baltanás al afirmar que todos los vecinos del pueblo son en buena medida copropietarios, corresponsables y copartícipes en el mantenimiento de ese patrimonio, con sus 374 bodegas en algunas de las que todavía se conservan algunos elementos muebles y viejas puertas originales delsiglo XVI.
Aunque la mayoría de las cuevas ya no se utilizan para elaborar vino, uno de los ponentes, ingeniero agrónomo, que ha trabajado en la recuperación de las bodegas de Baltanás, afirmó que algunas cuevas conservan aún la prensa de viga con la que se extraía el mosto de manera lenta y continua. En la localidad vallisoletana de Mucientes se unieron, después de efectuar diversas obras de reparación y conservación, dos bodegas en las que se ha instalado un Centro de Interpretación donde se recoge y explica el legado histórico del conjunto etnográfico del barrio de bodegas.
En el municipio de Moradillo de Roa, su barrio de bodegas denominado El Cotarro cuenta con 157 cuevas y siete lagares, donde es un ejemplo vivo la implicación de todos los vecinos del pueblo en la recuperación de las bodegas en las que colaboran vecinos y voluntarios desinteresadamente, obteniendo financiación para costear las obras de reparación, conservación y mantenimiento a través de la elaboración de una cerveza de vendimia y un vino blanco según manifestó el concejal de cultura de la localidad Ignacio Rincón.