MAYO 2019
II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas celebrado en San Asensio (La Rioja). Primera parte
1 Mayo 2019
La bodega Cooperativa El Arca de Noé de San Asensio ha acogido, los días 25 y 26 de abril, el II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas, fijando en esta edición de 2019 su objetivo en la valorización de la aportación de estos conjuntos urbanos y el beneficio de su recuperación y rehabilitación para los municipios donde están ubicados. El evento estuvo organizado por la Ruta del Vino Rioja Alta, Bodegas Lecea y el Ayuntamiento de San Asensio, con la colaboración del Colegio de Arquitectos de La Rioja (COAR) y Rioja Turismo.
Los 120 asistentes al congreso recibieron la bienvenida por parte del alcalde de San Asensio, Juan Francisco Blanco; de la presidenta de la Ruta del Vino Rioja Alta, Begoña Jiménez; de Luis Alberto Lecea, propietario de Bodegas Lecea, alma mater de este Congreso que le definió como el de la consolidación, al tiempo que lanzaba una pregunta que esperaba que consiguiera respuestas en las dos jornadas, ¿qué se puede hacer con los Barrios de Bodegas?; y finalmente de la Consejera de Desarrollo Económico, Leonor González Menorca, en representación del Gobierno de La Rioja, que afirmó que los Barrios de Bodegas “aúnan patrimonio, tradición y son, sin duda, potenciales puntos de interés turístico para nuestros visitantes”.
En la primera jornada, la del día 25, se ofrecieron “cuatro visiones de un todo”,abordando aspectos de la arquitectura, el urbanismo, el patrimonio y el turismo, para cerrar con una charla-debate con los ponentes que ofrecieron cada una de estas visiones.
En el ámbito de la arquitectura, Félix Jové, arquitecto y profesor titular de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Valladolid y miembro fundador del Grupo Tierra, destacó que “hay un déficit de arquitectos que conozcan este tipo de barrios”, es decir trabajar la piedra y la madera pero a la manera tradicional, lo que implicaría una vuelta a los trabajos artesanos, y además “nuevos nichos de trabajo para los jóvenes que quieren vivir en el campo”, lo que puede, a su vez, suponer una forma de fijar la población en los medios rurales.
Calificó estos barrios de “espacios irrepetibles” y de “catedrales” si bien estableció las diferencias que hay entre las excavadas bajo las casas del municipio y las de los barrios periféricos. Llamó la atención sobre la importancia que tiene la legislación y se detuvo en la parte cultural de las bodegas “por lo que lo primero que debemos hacer es documentarlas, seguidamente protegerlas y finalmente convertirlas en una oportunidad de negocio con fijación de población en el medio rural”. Indicó que si bien las bodegas parecen que son todas iguales, son realmente diferentes “porque las han hecho los artesanos, es decir dentro de la homogeneidad encontramos la heterogeneidad”.
El arquitecto, vitivinicultor y enólogo Javier Arizcuren se fijó en el urbanismo para hablarnos del “Caso Ollauri”, una iniciativa privada que ha tenido que luchar con las normas urbanísticas y especialmente se detuvo en la norma europea que “incluye en su texto la palabra “flexibilidad”, lo que permite no cerrar todas las bodegas”, para seguidamente referirse a las estrategias de intervención en esta localidad, que ha tenido cuatro diferentes pasos: “rehabilitación, reconstrucción, adicción y finalmente conexión”, desarrollando cada uno de ellos.
Pablo Alonso, arqueólogo especializado en patrimonio cultural e investigador del Instituto de las Ciencias del Patrimonio del CSIC, significó que el concepto de patrimonio puede dar motivo a la confusión, indicando que “no hay una definición de esta palabra” por lo que fue aportando ideas como “el patrimonio es bueno porque sí y hay que conservarlo”, “el patrimonio tiene distintos valores para distintos actores sociales”, o “el patrimonio lo hacemos valioso las personas”.
Relacionó el patrimonio con el vino, indicando que hay que valorizar los Barrios de Bodegas y recuperar el patrimonio físico de los utensilios, estando atentos a la pérdida del patrimonio microbiológico del mundo del vino, y aconsejó soluciones a la pérdida del mundo del vino como forma de consumo, reseñándolas en: “valorizar el legado que hemos heredado, apostar por los vinos del terroiry nuevos viticultores con mayor precio”, para concluir que debemos potenciar el “vino como legado vivo y no como producto de consumo”.
Julia López, gerente de Turismo Cerrato S. L., y Miguel Portillo, gerente de ADRI Cerrato presentaron lo que se viene haciendo para potenciar el turismo en la comarca del Cerrato palentino y los resultados que han obtenido, entre ellos, el de revitalizar los pueblos o servirse del turismo como herramienta de “poner en valor lo que tenemos”, apostando por todo lo que significa el patrimonio intangible que aportan estos Barrios de Bodegas.
En la charla-debate con los cinco protagonistas de las anteriores ponencias se citó y apostó por “lo auténtico”, “nuevas experiencias”, “las costumbres”, “el encuentro con la administración a través de las personas que trabajan en ella”, “la asociación para poder seguir apostando por estos Barrios”, “que hay que contar historias sobre el vino y no sus características organolépticas” o que hay que “conseguir aunar personas para conseguir unos objetivos”.
La necesidad de documentar, de dar a conocer, de adaptar la legislación a la realidad de los Barrios de Bodegas, de poner en valor el patrimonio existente y conseguir que se sigan utilizando las bodegas fueron algunas de las conclusiones de la primera parte de la jornada del II Congreso Nacional de Barrios Históricos de Bodegas.
La tarde se completó con visita al Barrio de las Bodegas de Rodezno, siendo atendidos los congresistas por Javier Arizcuren y Noemí Manzanos, y las visitas al barrio de los Bodegas de Haro y finalmente a Bodegas CVNE, dirigidas por José Ignacio Junguitu.
Fuente: La Prensa del Rioja