NOVIEMBRE 2019
Barbecho: En el corazón del despoblamiento - Primera parte
20 Noviembre 2019
El adjetivo “en barbecho”dicho de una tierra labrantía significa que no se siembra durante un tiempo para que descanse. Pero la tierra no está muerta y, aunque no se aprecie a simple vista, está llena de vida y actividad subterránea. Con ello, la tierra se regenera y gracias a ese trabajo invisible que se desarrolla en la misma durante el tiempo de descanso, cuando se siembra de nuevo desarrolla todo su potencial.
De la misma forma, gran parte de esa España que, para muchas personas, parece vacía no lo está en realidad pues millones de personas que viven en un extensísimo territorio comparado con su escasa población, se resisten a que continúe el retroceso demográfico que parece no detenerse a pesar del trabajo de los habitantes del medio rural que, para muchas personas, son verdaderos héroes. Como ellos dicen, lo único que desean es vivir en sus pueblos y en su medio rural en pie de igualdad con los habitantes de las ciudades.
Entre otras muchas iniciativas que se vienen desarrollando por multitud de personas anónimas y organizaciones e instituciones, se encuentra el denominado proyecto “Barbecho”. Se trata de una iniciativa de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), mediante la que pretenden dar voz y hacerse eco de lo que quieren expresar los agricultores/as y ganaderos/as, demostrando, como generaciones y generaciones siempre lo han hecho, su iniciativa y capacidad para aprovechar los recursos de forma sostenible y dar vida a los pueblos.
Un país despoblado es un país abocado a la desaparición. La pérdida de población en amplias zonas de España es un fenómeno con efectos muy negativos sobre la economía, la demografía, el medio ambiente y la vida social y cultural del conjunto de una sociedad.
Menos servicios, infraestructuras precarias, menos oportunidades laborales… son elementos que fuerzan a los jóvenes a abandonar los pueblos, fomentando un círculo vicioso de envejecimiento y soledad del que es muy difícil escapar.
España tiene hoy día algunas de las zonas con menor densidad de población de toda Europa. En contraposición a esta realidad, las grandes ciudades siguen creciendo y afrontan problemas como la contaminación y el encarecimiento de la vivienda que expulsa a las capas sociales más necesidades.
Los pocos que apuestan por vivir en pueblos son una especie de superhéroes que deben luchar contra viento y marea para poder desarrollar un proyecto de vida en un pequeño municipio. Muchos de ellos son agricultores/as y ganaderos/as.
En este marco, y con una significativa inercia planetaria al crecimiento y la concentración de la población en grandes ciudades y megalópolis, con un sinfín de consecuencias negativas, el sector primario se postula como una posibilidad de futuro para repoblar zonas despobladas y evitar el despoblamiento de áreas en peligro de abandono.
La producción de alimentos, el cuidado y el respeto del medio ambiente, la prevención de incendios, la conformación de un paisaje rural que debe ser patrimonio de toda la sociedad, son, entre otros muchos, elementos que han de ser las claves para conformar un modelo de futuro sostenible para la sociedad europea.
El territorio rural tiene un enorme valor que ninguna sociedad debe desdeñar, pero hacen falta personas que vertebren, trabajen y cuiden ese territorio, labor que debe hacerse desde los pueblos, no desde las ciudades, así como luchar contra la invisibilidad pues los ciudadanos del mundo rural español sienten que llevan muchos años excluidos. Excluidos del debate principal de la política, la economía y los medios de comunicación.
Esa invisibilidad ha provocado un alejamiento de los habitantes de los pueblos, incluso cierto resentimiento, y UPA, que lleva muchos años luchando para ser la voz de los habitantes de los pueblos y, especialmente, en favor de los productores de alimentos, pero también de toda la sociedad rural, considera que la sociedad urbana parece estar despertando de un cierto letargo en lo que respecta a su visión de los pueblos, haciendo que sea más necesario que nunca que los propios agricultores/as, ganaderos/as y habitantes del medio rural, sean los que cuenten su historia y lo que sucede en el día a día del rural.
(………………..)
Fuente: www.barbecho.es