ABRIL 2020
Familia Torres. Paradigma de innovación y sostenibilidad vitivinícola - Segunda parte
22 Abril 2020
Cuatro son los frentes principales en los que está desarrollándose el Programa Torres & Earth para cuidar la tierra y obtener el mejor vino. A saber: Mitigación, Adaptación, Investigación y Conservación. Respecto a las tareas de mitigación, con ellas se contribuye a reducir las emisiones que están provocando el cambio climático para frenar el aumento de las temperaturas. De hecho, el 25 % del consumo eléctrico de la actividad proviene de fuentes 100 % renovables autogeneradas (solar fotovoltaica, geotérmica y biomasa).
En el ámbito de la adaptación, se están buscando nuevos escenarios para el cultivo de la vid a mayor altitud o latitud donde el clima es más fresco (cultivan a 1.000 msnm en el pre-pirineo catalán y en Chile se están desplazando hacia el sur (valle de Itata). Simultáneamente, llevan tres décadas trabajando en la recuperación de variedades ancestrales, seleccionando aquellas que pueden adaptarse a los modelos climáticos a los que se está avanzando.
En materia de investigación, están trabajando con universidades, centros de investigación e instituciones públicas y privadas tecnológicas, para la captación, almacenamiento y reutilización del CO2 que se genera en la fermentación del vino, promoviendo, asimismo, buenas prácticas ambientales entre los colaboradores y proveedores para sumar sinergias en su compromiso con el cuidado y protección del medio ambiente. Además, algunos de estos proyectos de investigación están íntimamente relacionados con la economía circular, con el objetivo de aprovechar recursos para primar la reducción, reutilización y reciclaje de los elementos, transformando los residuos en nuevas materias primas.
Por último, en el sector de la conservación, y tomando en consideración la presencia milenaria del viñedo en sus campos, el equilibrio que guarda con su entorno y la armonía con el medio en el que se produce, están desarrollando diferentes iniciativas y proyectos de reforestación con especies de árboles autóctonos que, a su vez, contribuyen a compensar la huella de carbono producida y optimizarla. Al mismo tiempo, y de forma integral, impulsan programas de recuperación de especies amenazadas, propiciando y favoreciendo corredores biológicos que les permiten mantener unas viñas en un medio integrador y protector de biodiversidad.
Una parte sustancial de la ontología y forma de hacer de la Familia Torres se sustancia en la máxima de “devolver a la sociedad lo que está le ha aportado”. De esta forma, desde hace más de tres décadas, la Fundación Torres ha colaborado en más de 400 proyectos de cooperación en todo el mundo, desde el ámbito de ayuda a la infancia, ayudando a niños huérfanos y necesitados, construyendo y equipando escuelas y hogares de acogida en diversos países, empoderando a la mujer para la lucha contra la violencia de género.
En el área de colectivos y grupos de personas más vulnerables y con necesidades, la Fundación ha contribuido a la mejora de la salud de esos colectivos, disminuyendo las desigualdades en materia de salud de una población en clara situación de desventaja, coadyuvando al acercamiento de la educación y la cultura a la mayoría de la población más necesitada. En relación con los desastres naturales y catástrofes de diversa condición, presta ayuda humanitaria de diversa condición, tanto en materia de prevención como de reducción del impacto en la vida de las personas afectadas poresos desastres y catástrofes de diversa índole.
En definitiva, para la Familia Torres, cuanto más cuidamos la tierra y el entorno, más nos cuidamos a nosotros. Además, tenemos la responsabilidad de compartir, especialmente con las personas y grupos de personas más necesitadas, cooperando al desarrollo y fomentando una buena educación en la infancia, contribuyendo a hacer un mundo mejor el día de mañana. Poco más se puede añadir. ¡¡Que así siga siendo!!