JULIO 2020
“De la granja a la mesa” o como crear un sistema alimentario saludable y sostenible - Primera parte
1 Julio 2020
La crisis del coronavirus ha puesto de relieve la importancia de un sistema alimentario sólido y resiliente que funcione en todas las circunstancias y sea capaz de garantizar a los ciudadanos el acceso a un suministro suficiente de alimentos a precios asequibles. También nos ha hecho muy conscientes de las interrelaciones entre nuestra salud, los ecosistemas, las cadenas de suministro, las pautas de consumo y los límites del planeta.
El aumento recurrente de las sequías, las inundaciones, los incendios forestales y las nuevas plagas es un recordatorio constante de que nuestro sistema alimentario está amenazado y debe ser más sostenible y resiliente.
La estrategia ¨De la granja a la mesa” fija unos objetivos ambiciosos:
La reducción del 50 % en el uso de los plaguicidas químicos y del 50 % en el uso de los plaguicidas más peligros de aquí a 2030.
La reducción de las pérdidas de nutrientes en un 50 % como mínimo, garantizando que no se deteriore la fertilidad del suelo. Esto reducirá el uso de fertilizantes en al menos un 20 % de aquí a 2030;
La reducción del 50 % de las ventas de antimicrobianos para animales de granja y para la acuicultura de aquí a 2030; y
Un uso del 25 % de las tierras agrícolas para la agricultura ecológica de aquí a 2030.
Por último, la estrategia también incluye el objetivo de que todas las zonas rurales tengan acceso a internet de banda ancha rápida para 2025.
Con objeto de mantener los ingresos de los agricultores, la Comisión adoptará varias medidas, como revisar la Directiva sobre el uso sostenible de los plaguicidas, mejorar las disposiciones relativas a la gestión integrada de plagas (GIP) y promover un mayor uso de métodos alternativos seguros para proteger las cosechas de plagas y enfermedades. Por su parte, los Estados miembros tendrán que adoptar medidas ambiciosas y de amplio alcance para aplicar plenamente la legislación vigente sobre contaminación por nutrientes (N, P), a fin de evitar las fugas de nutrientes asociadas que contaminan el aire y el agua, llegando a ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
Además de las medidas de la política agrícola común (PAC), como los regímenes ecológicos, las inversiones y los servicios de asesoramiento, y de las medidas de la política pesquera común (PPC), la Comisión presentará un plan de acción sobre agricultura ecológica. Esto ayudará a los Estados miembros a estimular tanto la oferta como la demanda de productos ecológicos y garantizará la confianza de los consumidores mediante campañas de promoción y gracias a la contratación pública ecológica.
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