El vino es la sustancia alcohólica que procede de la uva después de haber sufrido un proceso de fermentación. España es una de las mayores regiones vinícolas del mundo. Exceptuando muy pocas regiones, Asturias, Cantabria y las comunidades de Ceuta y Melilla, todas las demás regiones o comunidades autónomas tienen una o varias Denominaciones de Origen, Si unimos esta gran proliferación de D.O. junto con la tecnología con que cuentan las modernas bodegas españolas tenemos que los vinos de España son de los más apreciados del mundo
El origen del vino se encuentra en el antiguo Egipto. Fueron los habitantes del nilo los primeros vinicultores.. Con posterioridad los griegos introdujeron el cultivo de la vid en todo su amplia zona de influencia. Los romanos heredaron esta cultura y fue durante su época cuando se cambio su transporte de ánforas a barriles. Con la llegada del cristianismo a Europa y ya en la Edad Media la Iglesia estuvo muy relacionada con el vino al haberse hecho con la posesión de grandes zonas de viñedos, siendo el Camino de Santiago el lugar por donde se introdujeron en Europa diversas variedades de vid para la producción de vino.
Ya en el siglo XVI el monje Pierre Perignon creó el vino espumoso y descubre que el corcho es la mejor opción para el taponado de botellas fomentando así su uso para la conservación. En el siglo XX se produce un avance muy importante para la mejora de la calidad del vino de la mano de estudiosos del tema como el científico Pasteur, Entre sus investigaciones destaca la de conocer el tiempo de maduración óptimo del fruto y el momento ideal de la vendimia para cada cosecha.
Para elaborar vino lo primero que se debe llevar a cabo es la vendimia cuando la uva ha llegado a la maduración deseada. .
En España se realiza generalmente entre los meses de septiembre y octubre. Al mismo tiempo que se recogen los racimos de uvas se separa lo sano de lo defectuoso para no interferir en el sabor final del vino.
Después lo recogido se transporta de la manera menos agresiva posible al lugar de almacenamiento llamado lagar. Una vez en el mismo se descargan los frutos en la tolva de recepción, máquina que tiene forma de pirámide invertida y sin vértice. De aquí y mediante cintas transportadoras se llevan los frutos hasta la estrujadora, donde por medio de una presión controlada para no romper las partes duras del fruto y no contaminar el mosto, se obtiene la pasta que es una especie de base formada por el hollejo y el raspón. El hollejo es piel de la fruta y el raspón es el nombre que se le da a la parte vegetal del racimo.
Esta pasta resultante se traslada a las prensas neumáticas sin que entre en contacto con el aire para que no se produzca una fermentación prematura.