Arribes es la denominación de origen vinícola que ampara
legalmente la producción, elaboración, crianza y comercialización de los vinos
de la zona del Parque Natural de Arribes del Duero, en las provincias de
Salamanca y Zamora, Comunidad Autónoma de Castilla y León, España.
La denominación fue creada en 2007 mediante la Orden AYG/1264/2007, de 11 de
julio, por la que se reconoce la denominación y se aprueba su reglamento.1
El entorno
La zona de Arribes del Duero presenta un relieve muy accidentado, marcado por el
fuerte encajamiento del río Duero y sus afluentes en el batolito
zamorano-salmantino. El viñedo se sitúa dentro de este marco geográfico en
distintas altitudes y exposiciones, desde los 810 msnm en Fermoselle hasta los
poco más de 120 msnm en La Fregeneda. Al mismo tiempo, el tipo de materiales
geológicos y de suelos es bastante complejo, aunque se puede decir que
principalmente abundan suelos de textura limo-arenosa, de poco fondo y abundante
pedregosidad. Se pueden encontrar también suelos más profundos y con mejor
aptitud agrícola en zonas puntuales normalmente ligados a sustratos pizarrosos.
El clima también está condicionado por el relieve y por la situación en el oeste
de la península. Las precipitaciones son más abundantes que en la cuenca del
Duero debido a su situación más cercana al océano. Los valores oscilan entre los
500 y 800 mm siendo lo más habitual que estén en torno a 600 mm. Las
temperaturas presentan unos valores mucho más dispares a los de la cuenca del
Duero. En las zonas más abrigadas del arribanzo suelen ser de media entre 5°C y
10°C más elevadas que en la meseta norte; sin embargo, dada la disparidad de
zonas donde está situado el viñedo, se puede decir que una parte de éste se
cultiva en terrenos con valores similares a los de, por ejemplo, la zona de Toro
o Tierra del Vino, mientras que la zona más abrigada tiene más semajanzas a su
vecina comarca del Alto Douro.
Historia
El cultivo del viñedo en la comarca se documenta (al igual que en la mayor parte
de la Meseta) en la Edad Media. Ya en el siglo XIII el concejo de Zamora impedía
la venta de vinos de Fermoselle en la ciudad para evitar el perjuicio que eso
suponía a sus propios vinos. Hasta el siglo XVIII los vinos de Arribes tuvieron
serias dificultades para encontrar mercados fuera de los pueblos vecinos de la
penillanura; sin embargo el siglo XVIII y especialmente el XIX marcan un cambio
de tendencia: aunque no sabemos cuales son las razones, lo cierto es que el
cultivo se extiende a los campos de cereal de los municipios productores, de tal
forma que se llega a producir un desabastecimiento de trigo y la consiguiente
alarma de los concejos. En el siglo XIX es tal la dependencia económica del
viñedo que, al ser afectado éste por la filoxera en torno a 1870, la crisis
consiguiente deriva en grandes flujos migratorios hacia Sudamérica que
continuarán durante el siglo XX. No obstante la comarca se recupera rápidamente
de este desastre y a principios del siglo XX es la primera de la provincia de
Zamora en estar totalmente replantada con portainjertos americanos. Hacia
mediados de siglo empiezan a construirse las bodegas cooperativas que van a
comercializar la mayor parte del vino comarcal a partir de entonces y, a día de
hoy, siguen siendo las principales dinamizadoras del sector.
Localización
La zona de producción de uva para la elaboración de los vinos protegidos por la
Denominación de Origen «Arribes», está constituida por los terrenos que el
Consejo Regulador considere especialmente aptos para la elaboración de vinos
procedentes de las variedades de uva autorizadas y que estén ubicados en los
siguientes términos municipales y entidades locales
• Provincia de Salamanca: Ahigal de los Aceiteros, Aldeadávila de la Ribera,
Corporario, La Fregeneda, Hinojosa de Duero, Lumbrales, Masueco, Mieza, La Peña,
Pereña de la Ribera, Puerto Seguro, La Redonda, San Felices de los Gallegos,
Saucelle, Sobradillo, Valdenoguera, Vilvestre, Villar de la Yegua, Villar del
Ciervo y Villarino de los Aires.
• Provincia de Zamora: Abelón, Argañin, Badilla, Carbajosa de Alba, Castro de
Alcañices, Cibanal, Cozcurrita, Fariza, Fermoselle, Formariz, Fornillos de
Fermoselle, Gamones, Luelmo, Mámoles, Monumenta, Moral de Sayago, Moralina,
Pinilla de Fermoselle, Pino, Salto de Castro, Santa Eulalia, Torregamones,
Villadepera, Villalcampo y Villardiegua de la Ribera. Dentro del municipio de
Almaraz de Duero los polígonos 2, 3, 4, 12, 13, 14 y 16 y del municipio de
Muelas del Pan el polígono 1.
La circunscripción de la Denominación de Origen se encuentra en el suroeste de
la provincia de Zamora y el noroeste de la provincia de Salamanca, incluyendo un
total de cuarenta y cinco pueblos y una superficie total de 2500 hectáreas, de
las cuales actualmente 750 hectáreas están inscritas en el Consejo Regulador.3 4
Su relieve comprende una penillanura estrecha y alargada y un conjunto de
pequeños valles originados por la erosión del Duero y sus afluentes Tormes, Las
Uces, Huebra y Águeda.4
Consejo Regulador
Es el órgano de gestión de la Denominación de Origen «Arribes», constituido como
una corporación de derecho público y que cuenta con personalidad jurídica
propia, autonomía económica y plena capacidad de obrar para el cumplimiento de
sus funciones, actuando sin ánimo de lucro.1
Su actuación se someterá al derecho privado, excepto en los supuestos en que
ejerzan potestades administrativas en cuyo caso quedarán sujetos al derecho
administrativo; en tal caso, contra sus actos podrá interponerse recurso de
alzada ante el órgano competente de la Consejería de Agricultura y Ganadería,
cuya resolución pondrá fin a la vía administrativa.1
El Consejo Regulador puede participar, constituir o relacionarse con toda clase
de asociaciones, fundaciones y sociedades civiles o mercantiles, estableciendo
entre sí, en su caso, los oportunos acuerdos de colaboración.1
El control, vigilancia e inspección del Consejo Regulador corresponde al ITACyL.1
El Consejo Regulador contará con la siguiente estructura orgánica:1
• Pleno: Constituido por ocho vocales, cuatro en representación de los
viticultores (elegidos por y entre los titulares de la parcelas inscritas en el
registro de la D.O.) y cuatro en representación de los vinicultores (elegidos
por y entre los titulares de bodegas inscritas en el correspondiente registro de
la D.O.).
• Presidente.
• Vicepresidente.
Variedades
Las variedades admitidas por el reglamento son las siguientes:
• Tintas:
• Variedades principales: Juan García, Rufete y Tempranillo
• Variedades autorizadas: Mencía y Garnacha
• Blancas:
• Variedades principales: Malvasía
• Variedades autorizadas: Verdejo y Albillo
Existen variedades de uva que encuentran en Arribes su última zona de producción
y que están siendo objeto de recuperación por parte de la Junta de Castilla y
León. Son ejemplos de ellas la Bruñal y la Bastardillo Chico (tintas) o la
Puesta en Cruz (blanca).
Características de los vinos
Vino blanco
• Elaborado con la variedad Malvasía.
• Color: se trata de vinos brillantes, de color paja con matices verdosos, en
general pálidos. El vino fermentado en barrica presenta mayor intensidad de
color, siendo amarillo dorado.
• Nariz: la intensidad aromática es media alta, caracterizándose por las frutas
de pepita, las frutas exóticas (piña, maracuyá) acompañadas de suaves notas
cítricas. Aparecen recuerdos florales (jazmín, rosa) y algo de tomillo y paja
mojada. Algún recuerdo de pan tostado y torrefacto, así como un toque de yogur.
• Boca: se trata de vinos secos, de acidez equilibrada, con delicado amargor que
les confiere persistencia, ligeros y a veces algo picantes. En el fermentado en
barrica se aprecia mayor intensidad y complejidad aromáticas, con un adecuado
ensamblaje entre variedad y madera, meloso, persistente.
Vino rosado
• Color: limpios, de intensidad media, de color grosella con matices fresa.
• Nariz: intensidad alta, con aromas a fruta roja (fresa, frambuesa) cítricos
(pomelo, naranja) florales y algo vegetal. Se aprecian notas lácteas y un
recuerdo mineral.
• Boca: melosa, equilibrada, algo amarga, picante y cálida, equilibrada y
persistente.
Vino tinto
• Elaborado con las variedades Juan García, Rufete y Tempranillo.
• Color: limpios, de intensidad media, cerezas con matices granate
• Nariz: de intensidad media, agradable y carácter personal. Aromas a frutas
rojas (ciruela, grosella) y negras, recuerdos a pimiento. Especias como vainilla
y regaliz, y en alguno se aprecia un toque de madera. Recuerdos balsámicos
(incienso, eucalipto), ahumados. Algo de frutos secos y mineral.
• Boca: son vinos secos, de acidez media, levemente amargos, algo ligeros y
persistentes. Gran estructura, cuerpo y prolongado paladar en su paso por la
boca. Muy apto para el envejecimiento en barrica.