27 de Febrero 2014
Vega Sicilia, un mito del prestigio y la exclusividad
Cuarta parte
Después de vendimiar las uvas a mano, se introducen en cajas pequeñas y se llevan a la bodega, donde se desgranan y se trasladan a las cubas de fermentación. Con anterioridad la cosecha de las mejores parcelas se reserva para elaborar el tipo de vino Único, y se macera en cubas de madera, mientras que, para un segundo tipo de vino, Valbuena, se utilizan depósitos de acero inoxidable. El tiempo de duración aproximado de la fermentación alcohólica es de unos 15 días, oscilando su grado alcohólico entre 13% y 14,5%, para facilitar la extracción de color y taninos.
Tras la fermentación maloláctica, que también se produce en grandes cubas de madera, los Únicos se dejan reposar, y que vayan clarificándose, en los tinos casi un año, para después catarlos y analizar todos los vinos para decidir su futura utilización. En el caso de los Valbuena, esta segunda fermentación tiene lugar en unos depósitos de cemento. Vega Sicilia dispone de su propia tonelería que construye barricas nuevas con madera de roble americano y, también, repara las mismas.
El proceso seguido con la madera en la tonelería es el siguiente: se deja secar durante al menos tres años, de los cuales dos son al aire libre en el exterior y, luego, bajo techado. Cuando la humedad se ha conseguido reducir al doce por ciento, el maestro tonelero la trabaja dándole forma y modificándola a fuerza de fuego, martillo, sabiduría, buen hacer y tradición, hasta adquirir la figura del tonel deseada.
La duración del proceso de crianza en madera para los Valbuena es de tres años y medio, más un mínimo de un año y medio en botella y el Único, un mínimo de siete años. En este tiempo el vino va rotando de una barrica a otra con la finalidad de conseguir un perfecto equilibrio y armonía entre el vino y la madera. Comienza con las barricas francesas nuevas y va completando su madurez en barricas cada vez más antiguas, antes de su embotellado. El complejo proceso de elaboración del Único conduce casi a la perfección a través de una extrema planificación.
Después del delicado proceso de embotellado de los vinos, con un doble sistema de control mecánico y químico de los corchos, las muestras se envían al laboratorio francés Excel, procediéndose al embotellado definitivo si superan las rigurosas reglas de calidad establecidas. Por último, en unas instalaciones especialmente climatizadas en control de temperatura y humedad, el Único permanecerá un mínimo de tres años en crianza (botella de tipo bordelesa de 0,75 litros). La botella de tipo Magnum (1,50 litros) y la Doble Magnum (3 litros) envejecen en botella períodos más largos. Para los Valbuena, el tiempo de permanencia en botella es de un año y medio aproximadamente para los tres formatos señalados anteriormente.
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