14 de Enero 2015

La arqueología submarina rescata 200 años después de un naufragio una botella intacta de vino Fondillón de Alicante

Primera parte

Esta pequeña, pero importante historia para el mundo de la arqueología submarina y el vino, se enmarca dentro del contexto de la Historia de España situada en la Guerra de la Independencia frente a la invasión napoleónica en el siglo XIX (1808-1814), y con la promulgación de la primera Constitución española conocida, popularmente, como la Constitución de Cádiz o La Pepa.
Un barco inglés de principios del siglo XIX, conocido como Deltebre I, se hundió el 20 de junio de 1813 frente a la desembocadura del río Ebro, en la provincia de Tarragona, cuando regresaba de una operación bélica en plena Guerra de la Independencia contra los franceses. Casi dos siglos después, en 2008, un pescador de Amposta, mientras faenaba, descubrió el pecio -barco hundido-.
Entre los hallazgos arqueológicos recuperados se encontraron varias botellas de vino Fondillón, una de ellas en perfecto estado y sin descorchar. Con motivo de este acontecimiento, y procedente de la sede del Museu d’Arqueologia de Catalunya, el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ), ha exhibido durante varios meses una muestra compuesta por casi un centenar de objetos originales del pecio. En síntesis, esta es la historia del naufragio de un navío, Deltebre I y el hallazgo y recuperación de un tesoro enológico: una botella en perfecto estado de vino Fondillón de Alicante.
En 1813, después de cinco años de lucha contra los ejércitos de Napoleón, la contienda parecía decantarse del lado español. Los aliados ingleses, al mando del Duque de Wellington, tenían el plan de atacar por tierra y por mar a Cataluña como única región española que había sido directamente incorporada al imperio napoleónico. Uno de los objetivos era el asedio a la ciudad de Tarragona, concebido como un cebo para atraer a las tropas galas comandadas por el mariscal Suchet, que se encontraba asentado en Valencia.
Con la finalidad antedicha, una flota compuesta por 3 navíos, 3 fragatas, 8 embarcaciones y 132 barcos de transporte, con más de 14.000 hombres, salió del puerto de Alicante el 31 de mayo de 1813. El 3 de junio la flota desembarcó en el puerto de Salou, localidad cercana a la capital tarraconense desde la que se descargó el material y se ubicó la artillería organizando el asedio. Sin embargo, y contra todo pronóstico, el general británico Murray al mando de las tropas levantó el sitio inexplicablemente.
El 19 de junio la flota, ahora al mando del también británico William Bentinck, que relevó a Murray del mando, puso rumbo hacia Alicante. Un día después, el 20 de junio de 1813, y navegando cerca del delta del Ebro, una fuerte borrasca empujó la flota hacia la costa en el peligroso sitio conocido como “paso de Els Alfacs”.
Debido al fuerte temporal, 18 barcos quedaron encallados en el estuario, recuperándose 13 navíos que volvieron a navegar aunque cinco, profundamente varados en el fondo arenoso, fueron abandonados, encontrándose entre ellos el denominado Deltebre I. Los barcos fueron abandonados y se quemaron sus cascos, previa recogida de todo el material y los pertrechos posibles, con la finalidad de evitar su aprovechamiento por el enemigo.
De esta manera terminó su viaje el Deltebre I, en el fondo del mar junto con gran cantidad de municiones, algunos de los pesados cañones de asedio, armas de distinto tipo, un amplio conjunto de monedas, instrumentos de navegación…….. y algunas botellas de vino Fondillón de Alicante en un par de cajas bien cerradas.

 

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