Esta sin igual tierra de la Ribeira Sacra es uno de los mayores exponentes de lo que se conoce como “Viticultura heroica”. El Centro de Investigación, Estudios, Salvaguarda, Coordinación y Valorización de la Viticultura de Montaña (CERVIM), define los criterios que distinguen la viticultura heroica, a saber: terreno con más del 30% de pendiente; altitud superior a 500 msnm y viñas en terrazas o bancales de cultivo. Todas y cada una de estas características se dan, y de manera holgada, en la Ribeira Sacra.
Pensemos por un momento en pendientes de un 90 por ciento, vamos en laderas verticales en las que el esfuerzo, el sacrificio, el durísimo trabajo y el tesón de sus habitantes ha ido arañando palmo a palmo pequeñas cuadrículas a la montaña para preparar sus “socalcos” (recordamos terrazas o bancales).
En la clasificación de sus vinos hay dos grandes tipos: Ribeira Sacra y Ribeira Sacra Súmmum. Estos últimos son los vinos tintos elaborados, como mínimo, con un 85% de variedades tintas preferentes, siendo la variedad Mencía de al menos un 60% del total. Los blancos también han de estar elaborados con variedades blancas preferentes (Godello, Albariño, Loureiro, Treixadura……). Para hacer referencia al tipo de Ribeira Sacra Súmmum, deberán estar elaborados con un mínimo del 85% de la variedad que se mencione.
Los vinos tintos clasificados como Ribeira Sacra deberán estar elaborados como mínimo con un 70% de variedades tintas preferentes. Los vinos de la DO Ribeira Sacra pueden hacer mención del término Barrica bajo las condiciones siguientes: los vinos tintos deberán permanecer un tiempo mínimo de seis meses en barricas de madera. En el caso de los vinos blancos, deberán permanecer un tiempo mínimo de tres meses en barricas de madera. En ambos casos, deberán hacer mención al término Barrica en su etiquetado.
La mayor parte de los vinos tintos son jóvenes y se elaboran con la variedad Mencía, comercializándose casi siempre como vino joven o de cosecha, resultando poco adecuada para la crianza. Son vinos de color cereza, vivos, brillantes, muy afrutados y con intensidad de media a larga duración. El ataque en boca es suave, con acidez bien equilibrada, delicado e intenso aroma afrutado, estructura y buen nivel de taninos, con retrogustos elegantes y frutales, con predominio de frutos rojos maduros, con una intensidad media y una persistencia que se mantiene de forma prolongada, pudiendo darse, según la cosecha, notas de regaliz, ciruela, fruta compotada, etcétera.
Entre los vinos blancos destacan los obtenidos con la variedad Godello, frescos, afrutados, con gran intensidad aromática y buena plenitud en boca.
El punto álgido de la viticultura heroica en la Ribeira Sacra llega con la vendimia, actividad que adquiere una simbología y un sentido espiritual y religioso, por el empeño, el sacrificio, la dureza de su labor, y la fe que los viticultores ponen en todo
ello, siendo habitual ver como única forma de acceder a los viñedos, arneses para poder llegar a algunas cepas.
Transitar por la Ribeira Sacra es sentirse en un paraíso en el que el tiempo se paró hace siglos. Un lugar mágico en el que los colores verdes, amarillos, rojos y ocres, junto a las piedras de los bancales, los monasterios y los cenobios parecen hablarte del ayer hace cientos de años.
El ambiente de paz, silencio y oración de los cenobios y monasterios y las laderas en las que las viñas se precipitan hasta el Sil, invitan a la meditación y la reflexión. Uno siente y entiende por qué tantas órdenes monásticas se acomodaron por estos pagos. Déjate llevar y el hechizo de esta tierra te trasladará en el tiempo. Amén.