FEBRERO 2017
La poda de la vid en invierno
8 Febrero 2017
En el hemisferio Norte o boreal en el que España se sitúa, el ciclo vegetativo de la vid pasa cada año de su vida por distintas fases que se suceden de una manera cíclica y constante, extendiéndose su ciclo biológico desde el instante en que los brotes se producen, al inicio de la primavera, hasta la terminación del citado ciclo que se produce en otoño, después de la vendimia, con el reposo vegetativo de la cepa. Un falta de atención adecuada a las viñas o una poda descuidada puede producir un decaimiento de las mismas y una disminución de la cosecha entre otras múltiples consecuencias.
La vid, como planta arbórea y trepadora, de crecimiento ilimitado, necesita de una serie de controles y técnicas que favorezcan su correcto desarrollo entre las que se encuentra la poda. La poda es una operación esencial que pasa desapercibida en muchas ocasiones y no se le da la importancia que verdaderamente tiene. Consiste en cortar ramificaciones de la cepa de forma controlada y con medida en determinados momentos o épocas del año, con la finalidad de poder dar forma al viñedo, vigorizar la planta y regular su producción. En este caso, la poda de invierno o en seco, se efectúa sobre los sarmientos y brazos repletos de sustancias alimenticias (savia) que han dejado de elaborarse en las hojas,y que han perdido todo el agua que conteníanagostándose.
Entre algunos de los objetivos de práctica vitícola que resultan esenciales, a modo de protocolo a seguir, en las labores de poda de invierno, se encuentran los siguientes:
a.- Momento de la poda. La época de poda se produce durante el llamado reposo vegetativo que, en el hemisferio Norte, se extiende en líneas generales desde la caída de la hoja en el mes de noviembre hasta el mes de febrero poco antes del lloro. Durante este tiempo de dormición de la planta al podar también se le produce un daño a la misma pero, sin duda menor y, además, a la primavera siguiente puede reponerse con más facilidad.
b.- Categorías de poda. En los primeros tres primeros años de vida de la vid, y por su propia naturaleza de crecimiento desmedido si no es objeto de control, el objetivo fundamental es dar a la planta una forma conveniente, conociéndose estas operaciones y clase de poda como poda de formación.Ahora bien, no hay que olvidar los otros objetivos esenciales de la planta como son su vigorización, la regulación de su producción y el aumento de la misma, extremos que se consiguen de forma reflexiva por medio de los cuidados que se efectúan cada año, denominándose a este tipo de poda, poda de producción o conservación.
c.- Regularidad de cosecha y fruto. Teniendo en cuenta que la explotación de la vid ha de poseer una rentabilidad económica, hay que procurar que la cosecha anualtenga continuidad, así como el fruto, cuidando el aumento de los racimos de tamaño, su calidad y maduración.
d.- Forma de la cepa. Con las operaciones de poda se adecua el tamaño, las dimensiones y el potencial vegetativo de la cepa, dejando a la misma un número de yemas proporcionado al vigor y desarrollo que se vean en la misma, consiguiendo, además, un equilibrio biológico de la planta.
e.- Condiciones de la cepa. Para propiciar las mejores condiciones de aireación e insolación, al podar ha de procurarse abrir la cepa para que penetre el sol y el aire en ella. Con ello, evitamos interferencias entre unas hojas con otras al taparse, mutuamente, de los rayos de sol y del aire y, de paso, facilitamos la alimentación de la planta a través de la fotosíntesis y, en consecuencia, mejoramos su fruto