enero 2022
Vidrio y vino son la combinación ideal - Parte 1ª
15 Enero 2022
Con el objetivo de reconocer la importancia del vidrio en sectores como el aeroespacial, la industria automotriz y alimentaria, el cuidado de la salud, la arquitectura, etcétera, la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) ha declarado 2022 como Año Internacional del Vidrio (IYOG, por sus siglas en inglés).
El vidrio ha acompañado a la humanidad durante siglos, enriqueciendo la calidad de vida de millones de personas como uno de los materiales más importantes, versátiles y transformadores de la historia.
A lo largo de 2022 se celebrarán diversas actividades del vidrio sobre investigación, transferencia del conocimiento y divulgación en todo el mundo, congresos, seminarios, ferias industriales o exposiciones destinadas a crear conciencia y dirigir la atención política sobre la importancia del vidrio en el día a día de nuestra vida. La iniciativa cuenta con el respaldo de más de más de 1500 entidades de 79 países, entre las que figuran centros de investigación, universidades, museos, sociedades científicas y artísticas y fabricantes y proveedores de vidrio de los cinco continentes.
Es cierto que la fabricación del vidrio es una actividad con un elevado gasto de energía. Sin embargo, ya se han ideado y puesto en marcha cambios en los procesos para disminuir el gasto de energético de su producción. Además, sus cualidades lo convierten en un aliado en el cuidado del medio ambiente, siendo un sustituto ideal del plástico en muchas aplicaciones, completamente reciclable y sin límite en la cantidad de veces que puede ser reprocesado sin que pierda sus propiedades, siendo el vidrio para paneles fotovoltaico fundamental para la captación de energía solar.
En la naturaleza el vidrio es una arena que se transforma en un compuesto transparente y amorfo fabricándose, a nivel industrial, a partir de la fusión a 1500 grados centígrados de temperatura de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza. El resultado es una pasta vítrea de material transparente, duro y frágil, resistente al sol, la lluvia y la oxidación sin perder sus propiedades. Las principales características del vidrio son la transparencia, la resistencia al calor y su resistencia química y, todo ello, en función de las diferentes composiciones químicas de estas arenas que proporcionan diferentes propiedades a los vidrios.
Mientras que el vidrio es un material fabricado por el ser humano mediante la fusión de las materias primas que se han mencionado anteriormente, el cristal es una materia prima que podemos encontrar en la naturaleza como cuarzo, cristal de roca, obsidiana, etcétera. Lo que, de forma común, denominamos cristal en el día a día consiste en una mezcla del vidrio que se utiliza para fabricar botellas y/o envases a los que se añade un porcentaje de plomo (jarrones, lámparas, figuras decorativas…).
Por lo anterior, y para evitar equivocaciones en la distinción del cristal de vidrio, la Unión Europea ha establecido las especificaciones siguientes: el porcentaje de plomo en el vidrio debe ser superior al 24 por cien; la densidad del vidrio debe ser superior al 2,90 por cien y, por último, su índice de refracción -del vidrio- ha de ser de 1,545.
En el mundo del vino nada sería igual en su conservación, envasado, mantenimiento y disfrute sin el vidrio, así las botellas en las que se envasa (y en donde reposa necesariamente para hacer su crianza) son de vidrio; las copas en las que lo catamos y degustamos son de vidrio; los porrones, damajuanas, decantadores, los objetos e instrumental con los que trabajan los enólogos en los laboratorios de las bodegas, etcétera. En definitiva, el vidrio está presente en todos los aspectos de producción, crianza, envasado y consumo. Y ese universo de nexos y conexiones se puede seguir y conocer en las bodegas y, especialmente, en los Museos del Vino que forman parte de las Rutas del Vino de España.
Desde luego, en el mundo del vino ha jugado y juega un papel esencial, así que los enoturistas tienen una ocasión perfecta para prestar atención a esa relación entre el vino y el vidrio cuando visiten cualquiera de las 34 Rutas del Vino de España que, actualmente, forman parte de esta marca creada desde la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN) y que se ha convertido en un referente del enoturismo en España.
Prácticamente en todas ellas puede encontrarse un Museo del Vino, lugar idóneo para familiarizarse con el universo vitivinícola, acercarse a su tradición cultural e historia, viticultura, botánica, tecnología y gastronomía a través de recorridos por cualquier región vitivinícola. En casi todos ellos se expone, por ejemplo, la importancia de las botellas en la última fase de elaboración del vino. Es lo que se llama crianza en botella: el vino debe pasar un tiempo en bodega, ya embotellado, para que se estabilice y acabe de definir sus matices. En la botella de vidrio se producen una serie de reacciones por las que se suavizan o eliminan los taninos y se reduce la astringencia del vino. Además, las botellas permiten que se frene la evolución biológica del vino, lo que alarga su vida.
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Madrid, 15 de enero de 2022
J. Alfredo Gómez Pascual