En el término municipal de Cofrentes, provincia de Valencia, a unos 4 kilómetros de su municipio, se encuentran la Salinas de San Javier, situadas en el fondo de un barranco denominado del Tollo. Las mismas se nutrían de las aguas salinas procedentes de terrenos cercanos, y estuvieron en funcionamiento hasta finales de la década de los años 90.
En ellas se producía sal para uso alimentario, uso industrial y para deshelar el hielo de las carreteras. El conjunto está conformado por depósitos de piedra y madera escalonados para la evaporación y el secado, contando con varias balsas para almacenaje de agua y un pozo para la extracción del agua, así como una pequeña edificación para oficinas y comedor de los obreros.
Sus instalaciones se encuentran en un estado de total abandono con restos de la maquinaria que se utilizaba en la explotación como tolvas, tractores, etcétera. En las escasas tres horas que allí pasamos pudimos recoger algunas piezas de halita y en algunas laderas cercanas al barranco obtuvimos algunos jacintos que, en algún caso, superó el centímetro.