Es una de las novedades de la Ley de la Viña y del Vino. Nuestro diccionario de la Lengua Española, siempre sabio, nos enseña que el “pago es un distrito determinado de tierras o heredades, especialmente de viñas u olivares”.

Conviene tomar en consideración que un vino de pago no asegura una calidad superior que la del resto de los niveles y categorías. El término pago se utiliza como sinónimo del concepto francés “terroir”. Los antecedentes históricos en el concepto de “viña”, son el referente de un gran número de nombres de marcas españolas y comienza a aplicarse a finales del siglo XIX. Sin embargo, la aceptación “terroir” es más amplia al referirse al suelo y a las condiciones específicas de ese terreno.

Un vino de pago es aquél cuya uva procede de un paraje o sitio rural con características edáficas y de microclima propias que lo diferencian y distinguen de otros de su entorno, conocido con un nombre vinculado de forma tradicional y notoria al cultivo de los viñedos de los que se obtienen vinos con rasgos y cualidades singulares.

La extensión máxima del pago será limitada y no podrá ser igual ni superior a la de ninguno de los términos municipales en cuyo territorio o territorios se ubique.

 

Si el pago se encuentra incluido en el ámbito de una D.O.C. recibirá el nombre de de Vino de Pago Calificado.

Toda la uva que se destine al vino de pago deberá proceder de viñedos ubicados en el pago determinado y el vino deberá elaborarse, almacenarse y criarse de forma separada de otros vinos.